Reagrupament lleva años marcando la política catalana. En España, sin embargo, muchos solo han conocido Reagrupament cuando esta semana su presidente, Josep Sort, fue obligado a dimitir de la lista de JxCAT por numerosos tuits ofensivos contra Ada Colau, en particular, y contra los españoles en general; a Rosa María Sardà, una vez muerta; y hasta atacó a la periodista de TV3 Lídia Heredia, que pasaba por allí.
Sort, profesor de la Universidad de Barcelona, tuvo que dimitir del puesto 65 de la lista de JxCAT. No iba a salir de todos modos, pero después borró su cuenta de Twitter. Lo que pasa es que Reagrupament no es anecdótico. Joan Canadell, número tres de la lista de JxCAT, militó en Reagrupament. Quim Torra presumía de que en toda su vida solo había militado en Reagrupament. Y Laura Borràs, cuando presentó su candidatura a las primarias de JxCAT, que ganó, recibió el respaldo entusiasta de… Reagrupament.
El pasado 14 de noviembre, esta plataforma emitía un comunicado en el que daba su "pleno apoyo" a Borràs como candidata. La aún diputada en el Congreso había sido impulsada a dicha candidatura por Quim Torra. "Ánimos, Laura, haremos historia todos juntos", acababa la nota de esta formación, tan minoritaria como influyente. Su candidata ganó. Reagrupament es algo más que un grupúsculo esencialista. Buena parte de las cosas que han pasado en Cataluña solo se entienden en esa clave. Sort ha salido de la lista, pero Reagrupament sigue.
Nació en 2009, cuando el 'exconseller' de Gobernació Joan Carretero pilotó una escisión de una corriente de opinión de ERC, situada la derecha en el seno de esta formación. En estos doce años Reagrupament ha tenido influencia no solo en colectivos como la ANC o los referéndums como el de Arenys de Munt. También ha impactado de manera importante en diversas formaciones, con numerosas idas y venidas, ahora como partido, ahora como movimiento político. Pero no hay que dejarse engañar. Un exmiembro de Reagrupament, Quim Torra, llegó a presidente de la Generalitat. La caída de Sort ha sido un revés, pero Reagrupament continúa siendo una constante en la política del 'procés'.
En contra de lo que se pensó en un inicio, Reagrupament con su marcha nunca debilitó de verdad a los republicanos. En la ERC de Gabriel Rufián no tenía sentido ese espacio de derecha conservadora, radical en su independentismo y que hacía guiños al antiguo carlismo. El propio grupo siempre fue propicio a las escisiones y batallas internas. Pero ha sabido mantener su influencia pese a todas las tensiones.
Puñalada a Bonvehí
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